Con exportaciones argentinas en alza, el sector celebra el lunes el Día Mundial del Queso
El sector lácteo celebrará el próximo lunes el Día Mundial del Queso, alimento que con más de 2.000 variedades es considerado Patrimonio Cultural de la humanidad, con exportaciones argentinas en alza.
La fecha fue instaurada por las queserías y los productores de Francia e Italia, que se organizaron para celebrarlo junto a los consumidores, y luego se extendió por el mundo.
Se cree que el queso apareció alrededor del año 8000 A.C. a medida que el hombre se hizo sedentario, se dedicó a la crianza de animales y descubrió que la leche se podía conservar si se sometía a un proceso de coagulación.
El queso -fresco o madurado, de corteza enmohecida o lavada- es un producto elaborado de la cuajada de leche pasteurizada o cruda de vaca, cabra, oveja, búfala, camella o burra.
En América, como consecuencia de la colonización y la introducción de la vaca, la oveja y la cabra, se comenzó a producir queso, un alimento desconocido para los pueblos originarios, recordó Martín Renó, responsable de la Escuela del Queso Santa Rosa.
Existen registros históricos que tratan sobre la producción de quesos en América, ya por el siglo XVII, pero con prácticas y tecnologías rudimentarias.
Ya en la época colonial, a mediados de siglo XVIII o principios del XIX, existían al menos siete tipos de quesos, con una producción muy pequeña y artesanal, como el Tambero de Bs. As, el Tafí de Tucumán y el Goya del Litoral.
A mediados y fines del siglo XIX y principios del XX, con la fuerte inmigración de italianos y españoles (además de suizos, franceses, holandeses, alemanes, irlandeses), se produjo una gran mutación de la industria láctea argentina en general.
Estos inmigrantes empezaron a elaborar quesos similares a los producidos en las regiones de las cuáles procedían y los llamaron de manera similar, como el Reggianito, el Sardo, el Provolone, el Gruyere o Gruyerito, el Port Salut.
