Ciro y los Persas desatan la «Fiesta argentina en Qatar»
(Enviados especiales) Un show de la banda Ciro y los Persas encendió esta tarde la denominada «Fiesta Argentina en Qatar» para que más de 3 mil compatriotas cantaran y bailaran al compás del rocanrol en el Anfiteatro Katara de la ciudad de Doha.
En poco más de una hora de recital, el vocalista Andrés Ciro Martínez, referente ineludible de Los Piojos y capitán de una formación sucesora que lleva ya más de 13 años en la ruta, hizo gala de su auténtica condición de ‘frontman’ para arengar y agitar a un público ávido de escuchar «música en su idioma».
El lugar elegido para el evento, que contó con la emisión en vivo de la TV Pública durante un buen tramo del repertorio, se inscribe dentro de la llamada Katara Village, un pueblo ubicado entre West Bay y la Perla de Doha.
Se trata de instalaciones centradas en el arte que incluyen diversas galerías, cines, un anfiteatro (en donde se efectuó el concierto al aire libre) y otras locaciones donde se efectúan, por ejemplo, el Festival cinematográfico Tribeca de Doha o el Festival de cine juvenil Ajyal del Doha Film Institute.
De a poco, el lugar se fue nutriendo de argentinos que vivieron la previa como si se tratara de un partido de Selección o bien, de un típico recital de rock. Muchas banderas celestes y blancas, mucha camiseta del equipo de Lionel Scaloni, ya sea la tradicional con los listones verticales o -inclusive- las suplentes en sus distintas tonalidades de azul.
Precisamente, una de color azul oscuro con el número 27 fue la que eligió el intérprete Ciro Martínez (54 años) para calzarse en su cuerpo y arrancar la esperada fiesta. El tema elegido para el comienzo resultó ‘Antes y después’, de Ciro y Los Persas y publicada en el álbum ‘Espejos’ (2010).
El show continuó con un viaje al pasado y sonaron los acordes de ‘Desde lejos no se ve’, uno de los hits ‘piojosos’ incluido en ‘Azul’ (1998), cuarto disco de la banda de El Palomar.
Enseguida, Martínez, fanático del fútbol argentino, hincha de Boca Juniors y asiduo concurrente a los Mundiales desde Francia 1998, arremetió con ‘Banda de Garage’ (Ciro y los Persas, 2010) y ‘Canción de cuna’ (Los Piojos, ‘Máquina de sangre’, 2003) para poner en clima a aficionados argentinos que habían olvidado la recomendada pulcritud de Doha colapsando los accesos al Anfiteatro, a partir de que los lugares previstos para asientos ya asomaban casi completos.
El recital continuó con ‘Vas a bailar’ (Ciro y Los Persas, ‘Espejos’, 2010), ‘Verano del ’92’ (Los Piojos, 3er. Arco, 1996) y ‘Ciudad animal’ (Ciro y Los Persas, 27, 2012).
Los concurrentes al show debieron abonar un monto cercano a los 35 euros y una parte de lo recaudado fue a parar a las arcas de la organización humanitaria ‘Open Arms’, cuya misión «principal es proteger la vida de los más vulnerables en situaciòn de emergencia en mar y tierra».
El auditorio pareció regresar a aquellas trasnoches de sofocante calor de principios de los ’90 en el desaparecido teatro ‘Arpegios’ de San Telmo, cuando sonaron los primeros acordes de ese himno llamado ‘Tan Solo’, incluido en un segundo y trepidante CD como ‘Ay, ay, ay’ (1994), cuando Los Piojos conformaban un bloque solidario e indestructible con una formación que salía de memoria: Andrés Ciro Martínez, Daniel ‘Piti’ Fernández, Gustavo Kupinski, Miguel ‘Micky’ Rodríguez y Daniel Buira.
«Menos mal que ganamos ayer. Se imaginan lo difícil que hubiese sido para nosotros cantar hoy. Hubiésemos arrancado con la marcha fúnebre», dijo Andrés y -mágicamente- la concurrencia regresó a Qatar 2022.
